19 de abril de 2013

[LIBROS]: Veronica habla sobre "Allegiant" y más

Justo antes de anunciar el título del tercer libro de nuestra saga, Veronica Roth publicó en su blog una reflexión sobre el proceso de escritura y lo que conlleva. A continuación podéis leer el fragmento referido a Allegiant y, tras el salto, el  post completo.


Para este último libro tuve mucho tiempo, un año y medio para desarrollarlo. A la mitad del proceso, me di cuenta de que ese tiempo estaba haciendo posible que me gustara lo que estaba haciendo mientras lo hacía, en vez de darme la mayor prisa posible por terminarlo en el plazo. El tiempo me permitió "empaparme" del libro, por decirlo así, fortaleciéndose; e incluso ahora que he realizado varias revisiones, estoy lista, y emocionasda, para leerlo de nuevo (ayuda el hecho de que esta vez sean correcciones de estilo, formato etc, una de mis cosas favoritas).
 
No estoy aquí para hablar sobre el libro como tal, para ensalzarlo o dramatizarlo -será un fracaso creativo en algunos aspectos y un éxito creativo en otros, y eso justo así como los libros funcionan. De lo que voy a hablar aquí es del área en la que este trabajo nunca será un fracaso: el proceso. En el proceso, estaba expuesta a las críticas, pero aún sabía lo que era importante para mí. Trabajé a un ritmo constante y paré cuando necesité tiempo para pensar; me permití descansar y me obligué a trabajar; y me encantó, y lo hice todos los días.



Ayer escuché "Ten Thousand Hours" y estas líneas: "Put those hours in and look what you can get. Nothing that you can hold but everything that it is" realmente me impresionaron. Trabajar sin sentir resentimiento hacia ese trabajo, y el tiempo que lleva, es importante para el aprendizaje de los escritores. Cuando terminas una historia, todo ese trabajo no se suma a algo que puedas apreciar, que puedas ver fácilmente. Pero lo que conseguirás es el trabajo en sí mismo, la alegría, la paz y la lucha por él. Para mí, este último libro fue un invierno silencioso, una serie de fríos paseos hacia el café local, una enorme pila de folios al lado de mi árbol de Navidad, un secreto que guardé incluso ante mi familia y amigos, unas pocas noches de lágrimas en el sofá mientras leía el final una y otra vez, y la conciencia de que yo he cambiado, al igual que las cosas sobre las que quiero escribir, incluso aunque escribiera sobre los mismos personajes.



 Realmente no pretendo nada con esto. Sólo estaba pensando hoy en lo que había conseguido gracias a ese tiempo y trabajo, de esos días que amé vivir, palabras que amé escribir y trabajo que amé realizar. No es malo, No es malo en absoluto.


Completo:
 La respuesta más sencilla para "¿Qué consejo le darías a jóvenes escritores o escritores en general?" es "Simplemente, escribe más".ave for young writers/writers generally?". No importa las veces que lo escuchemos, siempre buscamos otras respuestas, pretendiendo que inspiren alguna clase de descubrimiento. Incluso después de tres libros, todavía escarbo en internet o en libros sobre escritura en busva de otra respuestar, pero la más dura es la más simple y la mejor: vuelve a los cuadernos o a lo que usaras para escribir y hazlo, y después hazlo otra vez.

Es como el matrimonio, algunos días es mágico y otros sólo va bien. Algunos días es difícil. Y otros es como tratar de hacer un agujero en un metal con una aguja de coser. Pero como en el matrimonio, lo que te ayuda en esos días imposibles es el compromiso del tiempo. Cuando me casé con él, le prometí tiempo, todo el tiempo que pudiera darle, y él me prometió lo mismo. Prometí dedicarme a descubrir su profundidad, en vez de experimentar la amplitud de otras personas. Y para el arte de escribir, también prometí tiempo, devoción y aprendizaje. Una vida entera de práctica, todo lo que pudiera darle.



Algunos días me siento como si estuviera desgastando los días, avanzando hacia esa meta, ese evento o esa fecha final del plazo, y olvido disfrutar de lo que estoy haciendo mientras lo hago. Y realmente disfruto de lo que hago, de cada palabra en cada línea, de cada línea en cada página. Escribir es lo que me gusta, enredar mis pensamientos y luego esforzarme por desenredarlos. Incluso me gusta el fracaso constante y el recuerdo constante de que trabajar a través del fracaso es posible, necesario e incluso encantador. Es muy parecido a la vida, el amor o la amistad en ese sentido. 
Para este último libro tuve mucho tiempo, un año y medio para desarrollarlo. A la mitad del proceso, me di cuenta de que ese tiempo estaba haciendo posible que me gustara lo que estaba haciendo mientras lo hacía, en vez de darme la mayor prisa posible por terminarlo en el plazo. El tiempo me permitió "empaparme" del libro, por decirlo así, fortaleciéndose; e incluso ahora que he realizado varias revisiones, estoy lista, y emocionasda, para leerlo de nuevo (ayuda el hecho de que esta vez sean correcciones de estilo, formato etc, una de mis cosas favoritas).
 
No estoy aquí para hablar sobre el libro como tal, para ensalzarlo o dramatizarlo -será un fracaso creativo en algunos aspectos y un éxito creativo en otros, y eso justo así como los libros funcionan. De lo que voy a hablar aquí es del área en la que este trabajo nunca será un fracaso: el proceso. En el proceso, estaba expuesta a las críticas, pero aún sabía lo que era importante para mí. Trabajé a un ritmo constante y paré cuando necesité tiempo para pensar; me permití descansar y me obligué a trabajar; y me encantó, y lo hice todos los días.



Ayer escuché "Ten Thousand Hours" y estas líneas: "Put those hours in and look what you can get. Nothing that you can hold but everything that it is" realmente me impresionaron. Trabajar sin sentir resentimiento hacia ese trabajo, y el tiempo que lleva, es importante para el aprendizaje de los escritores. Cuando terminas una historia, todo ese trabajo no se suma a algo que puedas apreciar, que puedas ver fácilmente. Pero lo que conseguirás es el trabajo en sí mismo, la alegría, la paz y la lucha por él. Para mí, este último libro fue un invierno silencioso, una serie de fríos paseos hacia el café local, una enorme pila de folios al lado de mi árbol de Navidad, un secreto que guardé incluso ante mi familia y amigos, unas pocas noches de lágrimas en el sofá mientras leía el final una y otra vez, y la conciencia de que yo he cambiado, al igual que las cosas sobre las que quiero escribir, incluso aunque escribiera sobre los mismos personajes.


 Realmente no pretendo nada con esto. Sólo estaba pensando hoy en lo que había conseguido gracias a ese tiempo y trabajo, de esos días que amé vivir, palabras que amé escribir y trabajo que amé realizar. No es malo, No es malo en absoluto.
 Artículo escrito por Blog Saga Divergente. Enlázanos si copias información. ¡Gracias!

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